¿Cuántas veces no te ha pasado que te sientes en la orilla del barranco,voladero o como tu lo llames; en ese límite en el que dabas todo por perdido?. Esa combinación de miedo, de tristeza y rabia a la vez que poco a poco se convierte en frustración hasta que algo te hace despertar y reaccionas ante una luz brillante que te lleva por un camino en el que ni siquiera habías pensado transitar. Así más o menos fue para mi la cuarentena, una especia de linea del tiempo, en la que pasé por muchos episodios e iba viendo todo como una película que pasaba frente a mis ojos y yo no podía cambiar, así como cuando tienes una pesadilla. Pero como todo momento de esos, llegas y despiertas. Fue entonces cuando ese algo que tuve siempre allí a mi mano, que no había considerado, se presentó ante mí y me dijo hazlo ya es el momento. Así que no se si fue el tinte que tenía en la cabeza ese domingo que me hizo cortocircuito y se me ocurrió la brillante idea, o si fue que definitiv